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Tu Banco de Carga Necesita Mantenimiento. Señales y Soluciones

Los bancos de cargas son equipos fundamentales para verificaciones, pruebas y mantenimientos de generadores, UPS y otros sistemas críticos. 

Estos equipos simulan cargas reales para validar el rendimiento bajo condiciones específicas, asegurando que los sistemas de respaldo funcionen correctamente cuando más se necesitan. Sin embargo, un banco de cargas no está exento de desgaste. Aunque suelen percibirse como equipos robustos y confiables, requieren de un mantenimiento preventivo y correctivo para conservar su precisión y operatividad, así como prolongar su vida útil. La pregunta clave es: ¿cómo saber cuándo un banco de cargas necesita mantenimiento?

Señales de que tu banco de cargas necesita atención:

1. Lecturas inconsistentes o inestables:

Una de las señales más evidentes de que algo no anda bien es la aparición de lecturas inestables, ya sea de corriente, voltaje o potencia. Si durante una prueba observas que la carga no se mantiene estable o varía sin justificación técnica, es probable que haya un problema con las resistencias, el sistema de ventilación o la electrónica de control.

2. Sobrecalentamiento:

Los bancos de cargas disipan la energía como calor, por lo que el sobrecalentamiento puede parecer parte de su funcionamiento normal. Sin embargo, si las temperaturas internas superan los límites especificados por el fabricante, o si el sistema se apaga por protección térmica con frecuencia, es una señal clara de obstrucción en los ventiladores, fallo en sensores térmicos o acumulación de polvo que afecta la disipación.

3. Ruidos anómalos:

Los ventiladores de enfriamiento en los bancos de cargas pueden generar un nivel de ruido constante, pero si se detectan sonidos inusuales como chirridos, vibraciones o golpeteos, es probable que haya fallas mecánicas, desalineación de componentes o rodamientos desgastados. Sobre todo, en aquellos que estén diseñado como “bajo ruido”, no deberían de superar los decibelios garantizados, y en este caso, se debería revisar el funcionamiento del motor y sus componentes.

4. Fallas en los controles o comunicaciones:

Algunos modelos de bancos de cargas están equipados con interfaces digitales y comunicaciones remotas (mediante la conexión de este al BMS del edificio). Si se aprecia una pérdida de conectividad, errores en el software o comandos que no se ejecutan correctamente, puede deberse a problemas en la tarjeta de control, firmware obsoleto o incluso interferencias eléctricas que requieren de un análisis y diagnóstico.

5. Componentes visiblemente dañados:

Una inspección visual periódica puede revelar indicios de problemas: resistencias deformadas o quemadas, acumulación de suciedad, terminales sueltos, oxidación en conectores, cables pelados o signos de condensación. Estos pequeños detalles pueden anticipar fallos mayores si no se abordan a tiempo.

6. Desempeño reducido en pruebas:

Cuando un generador no funciona correctamente ante una prueba de carga real sin una razón aparente, es posible que sea por algún problema con el banco de cargas. Si tras verificar que el generador funciona bien de forma independiente, la causa puede ser un banco de cargas defectuoso que está solicitando menos carga de la indicada o generando condiciones no deseadas.

¿Por qué ocurre esto? Causas comunes del deterioro:

Aunque los bancos de cargas están diseñados para ser duraderos y con una tecnología pensada y diseñada para los escenarios de actuación más críticos, existen factores que contribuyen al desgaste prematuro:

  • Ambientes polvorientos o corrosivos: Los equipos ubicados en plantas industriales o exteriores suelen estar más expuestos a agentes contaminantes, que bloquean ventilaciones y atacan los componentes metálicos.
  • Falta de limpieza regular: El polvo acumulado puede afectar tanto los componentes electrónicos como la eficiencia de enfriamiento.
  • Ciclos de trabajo excesivos: Un banco de carga que se utiliza continuamente sin pausas adecuadas puede sobrecalentarse y desgastarse más rápido.
  • Falta de calibración: Con el tiempo, las lecturas pueden desviarse, afectando la precisión de las pruebas.
  • Falta de refrigeración tras el uso: Los bancos de cargas necesitan un periodo de refrigeración de unos cinco minutos tras su uso para bajar la temperatura de los resistores, prolongando así su vida útil.

Soluciones: ¿Qué hacer cuando surgen estas señales?

1. Implementar un plan de mantenimiento preventivo:

La primera medida para evitar fallos mayores es tener en la planificación un mantenimiento regular. Este debe incluir:

  • Limpieza interna y externa de los componentes.
  • Verificación de conexiones mecánicas y eléctricas.
  • Revisión y lubricación de ventiladores.
  • Calibración anual (o según el uso) de sensores y controles.

Estos trabajos deben realizarse por personal calificado, ya sea del fabricante o de un proveedor especializado.

2. Reemplazo de componentes desgastados:

Si durante una revisión se identifican resistencias deformadas, ventiladores ruidosos o sensores imprecisos, es fundamental reemplazarlos de inmediato. Se ofrecen kits de mantenimiento o piezas de repuesto estandarizadas para poder sustituir lo necesario lo antes posible y continuar con el funcionamiento del equipo.

3. Actualización de firmware o software:

En modelos digitales, mantener el firmware actualizado es esencial para evitar errores de comunicación o problemas de compatibilidad con sistemas modernos de monitoreo. Las actualizaciones también corrigen vulnerabilidades y mejoran el rendimiento.

4. Capacitación del personal:

Una causa frecuente de daño en los bancos de cargas es el uso inadecuado. Formar al personal que los opera reduce errores operativos, como programar el equipo por encima de sus capacidades, malas conexiones o realizar pruebas sin ventilación suficiente.

5. Mantenimiento predictivo con monitoreo remoto:

Los bancos de cargas más avanzados incluyen sensores que permiten detectar desviaciones antes de que ocurran los fallos. El monitoreo remoto o local con alarmas de temperatura, corriente y funcionamiento anómalo permite tomar decisiones con anticipación, evitando tiempos muertos y pruebas fallidas.

Conclusión: realizar mantenimientos en tu banco de cargas aumentará su vida útil

Un banco de cargas en mal estado puede generar diagnósticos erróneos, dañar otros equipos o poner en riesgo pruebas críticas. Aunque a menudo se percibe como un equipo pasivo, su mantenimiento es tan esencial como el del generador que prueba. Detectar a tiempo las señales de deterioro y aplicar soluciones concretas puede prolongar la vida útil del equipo, asegurar la precisión de las pruebas y evitar costosos reemplazos.

En sectores donde la seguridad es clave —como hospitales, centros de datos, industrias y sistemas de emergencia—, ignorar el mantenimiento de tu banco de cargas es inaceptable. El compromiso con la calidad y la seguridad energética comienza por asegurarse de que cada prueba se realice con un equipo confiable, actualizado y en condiciones óptimas.

Así que la próxima vez que planifiques una prueba de carga, pregúntate: ¿estás tan seguro del estado de tu banco de cargas como del generador que vas a probar?

 

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